De todos los multimillonarios rusos que han sido afectados por sanciones internacionales en el último año, el más notable y destacado es Roman Abramovich. Ha sido un año difícil para el multimillonario ruso. Y ahora Abramovich tiene la oportunidad de impugnar esas sanciones ante el Tribunal General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea. Según fuentes con conocimiento de su caso, planea argumentar que fue ese alto perfil público lo que provocó que fuera injustamente blanco de las sanciones.
Una fuente supuestamente cercana a la situación dijo que el tribunal de la UE aceptará la impugnación de Abramovich a las sanciones económicas que le impusieron tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia. La UE describió a Abramovich como un “oligarca que tiene estrechos vínculos con Vladimir Putin”, y en mayo del año pasado Abramovich presentó una impugnación contra las sanciones, que entre otras cosas le costaron la propiedad del Chelsea FC. Ahora, Abramovich argumenta ante el tribunal que las sanciones no se impusieron por ningún vínculo sustancial entre él y Putin sino por su alto perfil público y fama. Como lo expresó la fuente:
“No fue sancionado por pruebas relacionadas con los criterios: fue sancionado simplemente porque, políticamente, el empresario ruso más famoso tenía que serlo, incluso si se trata de un error manifiesto”.

Peter Macdiarmid/Getty Images
La audiencia judicial de Abramovich comenzó el 13 de julio y sus abogados efectivamente argumentaron que su fama lo convertía en un objetivo de la UE. Politico citó los argumentos expuestos por su abogado ante el tribunal:
“La fama es un arma de doble filo. Hágase esta pregunta: cuando comenzó la guerra, ¿tenía este famoso ruso alguna posibilidad de evitar las medidas restrictivas? La respuesta es no”.
Los esfuerzos de Abramovich por lograr que se levanten las sanciones son una batalla cuesta arriba. Incluso si gana este caso específico, las leyes de la UE dan al Consejo de la UE libertad para imponer otras nuevas por diferentes motivos.