Bernie Ecclestone, exjefe de carreras de Fórmula 1, ha gastado 802 millones de dólares, o alrededor de una cuarta parte de su fortuna, para cerrar un caso de fraude en su contra. Ecclestone se declaró culpable ante el tribunal de no informar cientos de millones de dólares que se encontraban en un fideicomiso en Singapur y, como parte de su sentencia, pagará 802 millones de dólares en impuestos, intereses y sanciones combinados.
Ecclestone, de 92 años, también fue condenado a 17 meses de prisión, pero el juez presidente suspendió la sentencia debido a su avanzada edad y su deteriorado estado de salud. Si no se mete en problemas durante dos años, la sentencia se levantará por completo.

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Andrew Penhale es el fiscal jefe de la Corona en el Servicio de Fiscalía de la Corona en el Reino Unido, donde se llevó a cabo el juicio, y emitió un comunicado a la prensa sobre la importancia del caso de Ecclestone:
“Todos los miembros de la sociedad británica, independientemente de lo ricos o famosos que sean, deben pagar sus impuestos y ser transparentes y abiertos con HMRC sobre sus asuntos financieros”.
No es el único problema legal que enfrenta Ecclestone en los últimos años. En 2008 pagó la suma de 10 millones de libras para saldar una deuda tributaria británica, y en 2014 logró salir de la acusación de soborno criminal con una multa de 100 millones de dólares. Según se informa, ese acuerdo fue “ampliamente criticado” y posiblemente influyó en que Ecclestone obtuviera una sentencia más dura en el caso actual, que comenzó en 2015 cuando afirmó tener solo un fideicomiso dentro del Reino Unido a su nombre.
Resultó que ese no era el caso, y Ecclestone mantenía cientos de millones fuera del país para evadir impuestos. Según se informa, planeaba declararse inocente e iba a ser juzgado por los cargos de fraude, pero en algún momento decidió declararse culpable, tal vez para evitar la cárcel.